Cuando ETH ha subido un 75% desde junio hasta cerca de su máximo histórico, una fiesta de capital en torno a Ethereum se está extendiendo silenciosamente hacia Wall Street. En los antiguos salones bancarios de Manhattan, los defensores de las criptomonedas anuncian la llegada de una nueva era financiera: esta vez, el protagonista ya no es Bitcoin, sino Ethereum, visto como un "libro de contabilidad programable". Desde empresas que poseen más de 6 mil millones de dólares en ETH hasta instituciones que intentan incorporarlo en productos financieros convencionales, el capital está apostando a que Ethereum no solo es una herramienta especulativa, sino que podría convertirse en la infraestructura central que conecte a Wall Street con nuevas tecnologías. Detrás de esta "competencia de bloqueo de posiciones" se libra una lucha por el orden financiero futuro y es un nuevo golpe de criptomonedas contra el sistema financiero tradicional.
La semana pasada, esta reunión en el gran salón del hotel Cipriani de la calle 42 en Manhattan, estaba siendo dotada de un significado especial por parte de los partidarios de la encriptación. Bajo las columnas de mármol y las lámparas de cristal, proclamaron que ha llegado una nueva era financiera que va más allá del Bitcoin.  Hace apenas unos días, la segunda criptomoneda más grande del mundo, ETH, ha aumentado aproximadamente un 75% desde junio, acercándose a su máximo histórico. En este momento, en el antiguo sitio del Banco de Ahorros Bowery, ejecutivos del campo de activos digitales se han reunido, tanto para celebrar una victoria temporal como para enviar una señal clara al mundo financiero: Ethereum no es una herramienta de especulación común, sino el núcleo del futuro sistema monetario; las empresas que lo incluyan en sus reservas de capital podrían acelerar la realización de esta visión.
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Cuando ETH ha subido un 75% desde junio hasta cerca de su máximo histórico, una fiesta de capital en torno a Ethereum se está extendiendo silenciosamente hacia Wall Street. En los antiguos salones bancarios de Manhattan, los defensores de las criptomonedas anuncian la llegada de una nueva era financiera: esta vez, el protagonista ya no es Bitcoin, sino Ethereum, visto como un "libro de contabilidad programable". Desde empresas que poseen más de 6 mil millones de dólares en ETH hasta instituciones que intentan incorporarlo en productos financieros convencionales, el capital está apostando a que Ethereum no solo es una herramienta especulativa, sino que podría convertirse en la infraestructura central que conecte a Wall Street con nuevas tecnologías. Detrás de esta "competencia de bloqueo de posiciones" se libra una lucha por el orden financiero futuro y es un nuevo golpe de criptomonedas contra el sistema financiero tradicional.
La semana pasada, esta reunión en el gran salón del hotel Cipriani de la calle 42 en Manhattan, estaba siendo dotada de un significado especial por parte de los partidarios de la encriptación. Bajo las columnas de mármol y las lámparas de cristal, proclamaron que ha llegado una nueva era financiera que va más allá del Bitcoin.

Hace apenas unos días, la segunda criptomoneda más grande del mundo, ETH, ha aumentado aproximadamente un 75% desde junio, acercándose a su máximo histórico. En este momento, en el antiguo sitio del Banco de Ahorros Bowery, ejecutivos del campo de activos digitales se han reunido, tanto para celebrar una victoria temporal como para enviar una señal clara al mundo financiero: Ethereum no es una herramienta de especulación común, sino el núcleo del futuro sistema monetario; las empresas que lo incluyan en sus reservas de capital podrían acelerar la realización de esta visión.