Al terminar de leer el mercado, finalmente te das cuenta de que no eres Livermore, ni Soros, y mucho menos Buffett; incluso ni siquiera puedes considerarte un trader diario de Wall Street, solo eres ese pequeño inversor minorista que nunca ha pisado Wall Street y que no ha vivido la crisis financiera de 2008, eres una pieza controlada por los intercambios de élite. Pero eres tú, tú, único y especial, esforzándote por brillar. Puedes ser un roble perenne, puedes ser un águila que vuela alto, o puedes ser una estrella resplandeciente. No deberías ser negado por nadie, no sientas que solo caminas un poco más despacio, ¿y si resulta que puedes volar? $OKB #OKB
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Al terminar de leer el mercado, finalmente te das cuenta de que no eres Livermore, ni Soros, y mucho menos Buffett; incluso ni siquiera puedes considerarte un trader diario de Wall Street, solo eres ese pequeño inversor minorista que nunca ha pisado Wall Street y que no ha vivido la crisis financiera de 2008, eres una pieza controlada por los intercambios de élite. Pero eres tú, tú, único y especial, esforzándote por brillar. Puedes ser un roble perenne, puedes ser un águila que vuela alto, o puedes ser una estrella resplandeciente. No deberías ser negado por nadie, no sientas que solo caminas un poco más despacio, ¿y si resulta que puedes volar? $OKB #OKB