Según PANews, Lorenzo Bini Smaghi, Presidente de Société Générale y exmiembro de la Junta Ejecutiva del Banco Central Europeo, ha expresado preocupaciones sobre la posición de Europa en el ecosistema de finanzas digitales. En un artículo publicado por el Financial Times, Smaghi argumenta que Europa corre el riesgo de ser marginada ya que el 99% de las monedas estables son emitidas por Estados Unidos y están denominadas en dólares estadounidenses, dejando al euro con poca presencia en los sectores financieros emergentes.
A pesar de la introducción del marco regulatorio integral MiCA por parte de la Unión Europea para los activos criptográficos, que exige a los emisores de monedas estables mantener reservas compuestas por un 30% en efectivo y un 70% en bonos soberanos de alta calificación, la aversión cultural al riesgo sigue obstaculizando la innovación. Los bancos europeos perciben las monedas estables como una amenaza y carecen de motivación para invertir en ellas. Smaghi identifica tres grandes conceptos erróneos: subestimar el valor estratégico de la tecnología de tokenización, creer que Europa puede aislarse del impacto global de las monedas estables y no reconocer la amenaza a la soberanía monetaria. Enfatiza que el Banco Central Europeo tiene la ventaja institucional para liderar la regulación de las monedas estables y que ahora es un momento crucial para cambiar la percepción de 'sobrerregulación'. Si Europa duda más, corre el riesgo de perder su influencia en la configuración del futuro paisaje financiero global.
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Según PANews, Lorenzo Bini Smaghi, Presidente de Société Générale y exmiembro de la Junta Ejecutiva del Banco Central Europeo, ha expresado preocupaciones sobre la posición de Europa en el ecosistema de finanzas digitales. En un artículo publicado por el Financial Times, Smaghi argumenta que Europa corre el riesgo de ser marginada ya que el 99% de las monedas estables son emitidas por Estados Unidos y están denominadas en dólares estadounidenses, dejando al euro con poca presencia en los sectores financieros emergentes.
A pesar de la introducción del marco regulatorio integral MiCA por parte de la Unión Europea para los activos criptográficos, que exige a los emisores de monedas estables mantener reservas compuestas por un 30% en efectivo y un 70% en bonos soberanos de alta calificación, la aversión cultural al riesgo sigue obstaculizando la innovación. Los bancos europeos perciben las monedas estables como una amenaza y carecen de motivación para invertir en ellas.
Smaghi identifica tres grandes conceptos erróneos: subestimar el valor estratégico de la tecnología de tokenización, creer que Europa puede aislarse del impacto global de las monedas estables y no reconocer la amenaza a la soberanía monetaria. Enfatiza que el Banco Central Europeo tiene la ventaja institucional para liderar la regulación de las monedas estables y que ahora es un momento crucial para cambiar la percepción de 'sobrerregulación'. Si Europa duda más, corre el riesgo de perder su influencia en la configuración del futuro paisaje financiero global.