El yuan chino ha caído a su nivel más bajo en 18 años, alcanzando 7,3498 por 1 dólar EE. UU. en el comercio interno. Esta caída significativa se produce tras la decisión del gobierno de EE. UU. de imponer un arancel del 125% a las importaciones de China, lo que incrementa el conflicto comercial en curso entre los dos países.
Para enfrentar el aumento de los aranceles, el Banco Popular de China (PBOC) ha implementado medidas para evitar que el yuan continúe depreciándose. Estas medidas incluyen establecer una tasa de referencia más fuerte de lo previsto y dirigir a los bancos estatales a limitar la compra de dólares. A pesar de estos esfuerzos, el yuan en el extranjero también cayó, alcanzando un mínimo histórico de 7,4288 antes de una leve recuperación.
Impacto económico y consecuencias globales
Los analistas advierten que la continua devaluación del yuan podría tener un impacto profundo en la economía global. Un yuan más débil hace que las exportaciones de China sean más competitivas, lo que podría compensar el impacto de los aranceles de EE. UU. Sin embargo, también genera preocupaciones sobre la salida de capital y la inestabilidad financiera en China.
La tensión comercial entre EE. UU. y China ha llevado a los inversores a buscar activos de refugio seguro, lo que ha resultado en ganancias para monedas como el yen japonés y el franco suizo. Mientras tanto, las monedas sensibles al riesgo, incluida la moneda australiana, se han debilitado.
Mirando hacia adelante
Cuando la disputa comercial continúa, el PBOC debe enfrentar el desafío de equilibrar la estabilidad monetaria con el crecimiento económico. Si bien una mayor devaluación del yuan podría apoyar las exportaciones, conlleva el riesgo de provocar una fuga de capitales y debilitar la confianza de los inversores. La situación sigue siendo inestable, con los mercados globales observando de cerca los acontecimientos en la relación comercial entre EE. UU. y China.
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El Yuan Chino Alcanzó Su Nivel Más Bajo En 18 Años En Medio De Tensiones Comerciales
El yuan chino ha caído a su nivel más bajo en 18 años, alcanzando 7,3498 por 1 dólar EE. UU. en el comercio interno. Esta caída significativa se produce tras la decisión del gobierno de EE. UU. de imponer un arancel del 125% a las importaciones de China, lo que incrementa el conflicto comercial en curso entre los dos países. Para enfrentar el aumento de los aranceles, el Banco Popular de China (PBOC) ha implementado medidas para evitar que el yuan continúe depreciándose. Estas medidas incluyen establecer una tasa de referencia más fuerte de lo previsto y dirigir a los bancos estatales a limitar la compra de dólares. A pesar de estos esfuerzos, el yuan en el extranjero también cayó, alcanzando un mínimo histórico de 7,4288 antes de una leve recuperación. Impacto económico y consecuencias globales Los analistas advierten que la continua devaluación del yuan podría tener un impacto profundo en la economía global. Un yuan más débil hace que las exportaciones de China sean más competitivas, lo que podría compensar el impacto de los aranceles de EE. UU. Sin embargo, también genera preocupaciones sobre la salida de capital y la inestabilidad financiera en China. La tensión comercial entre EE. UU. y China ha llevado a los inversores a buscar activos de refugio seguro, lo que ha resultado en ganancias para monedas como el yen japonés y el franco suizo. Mientras tanto, las monedas sensibles al riesgo, incluida la moneda australiana, se han debilitado. Mirando hacia adelante Cuando la disputa comercial continúa, el PBOC debe enfrentar el desafío de equilibrar la estabilidad monetaria con el crecimiento económico. Si bien una mayor devaluación del yuan podría apoyar las exportaciones, conlleva el riesgo de provocar una fuga de capitales y debilitar la confianza de los inversores. La situación sigue siendo inestable, con los mercados globales observando de cerca los acontecimientos en la relación comercial entre EE. UU. y China.